La televisión es sin duda una de las tecnologías que más impacto ha tenido en nuestra sociedad. Además, es un amplio sistema de comunicación, pues en ella puedes encontrar una gran variedad de programas, noticias, shows o documentales que pueden nutrir el desarrollo de nuestros conocimientos. A día de hoy es una de las tecnologías más accesibles, pues casi todos los hogares españoles cuentan con una televisión en sus casas.
La televisión es un medio
comunicativo y tecnológico que proporciona mensajes que nos llegan y nos
condicionan tanto de manera directa como indirecta, por eso nos surge la
necesidad de que los más pequeños puedan llegar a aprender y a potenciar su
desarrollo a través de ella.
Nuestros alumnos deberán aprender
a analizar las imágenes y recibirlas de forma adecuada. Esta educación debería
desarrollarse tanto en el entorno (en el hogar) como en el centro educativo.
Tanto especialistas como familias pueden enseñar a sus hijos a realizar un
consumo sano y apropiado de la televisión, haciendo que sea un medio de
información y de entendimiento adecuado y que del mismo modo, se pueda
desarrollar de acuerdo a unos criterios propios.
La televisión puede llegar a ser
un recurso educativo como cualquier otro, siempre y cuando se realice un
seguimiento moderado y adecuado de ello, se establezcan unos horarios de
visualización y se utilice con responsabilidad.
Algunos aspectos negativos que
debemos tener en cuenta a la hora de llevar este recurso al aula son los
siguientes:
👉Exceso de horas ante una
pantalla.
👉Riesgo de consumo
inapropiado para la edad de los alumnos.
👉Que provoque
consecuencias negativas (obesidad) al tratarse de una actividad sedentaria.
👉Consumo de imágenes
violentas.
Muchos estudios han afirmado que
la visualización de vídeos y películas han fomentado el aprendizaje de los más
pequeños, pues son recursos menos densos y más dinámicos que lo que puede
llegar a ser un libro. Existen ciertas películas, como la de INSIDE OUT o MÉRIDA que muestran una moraleja y ayudan a los más pequeños a administrar y controlar
sus emociones.
Bajo mi opinión, la televisión
podría ser un recurso que esté en el aula igual que está en los hogares, porque
nos permite mostrar una gran cantidad de recursos que nos pueden servir de
ayuda para complementar los conocimientos que los niños y las niñas han
adquirido.
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