En los tiempos que corren, el maestro debe ser una figura de guía, un instrumento para que los alumnos construyan un aprendizaje sólido y significativo. Por ello, el docente debe utilizar todas las herramientas que estén a su alcance, para facilitar el proceso de enseñanza - aprendizaje y favorecer la formación de ciudadanos libres.
Por esta razón, puede argumentarse que las TIC son aquellas herramientas actuales que pueden ayudar a la labor docente en este proceso. Bien utilizadas, las tecnologías basadas en la información y la comunicación, las redes sociales, la inteligencia artificial y otros recursos tecnológicos fundamentados en la transmisión de datos y de conocimientos, pueden ser recursos que impulsen las nuevas metodologías basadas en un aprendizaje competencial y actualizado.
No obstante, no deben perderse de vista los posibles inconvenientes que pueden surgir con un uso indebido de estos recursos, ya que esto podría perjudicar negativamente la labor para la que se supone que deberían servir. Por ello, las propuestas educativas que los maestros podrían incorporar en el aula, deben tener en cuenta que los alumnos (sobre todo a temprana edad) no utilizarían correctamente las TIC sin la figura del docente, por lo que la intervención educativa debe estar basada en el desarrollo de la competencia digital a la vez que el resto de competencias curriculares.
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